Stonic ®

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INFORMACIÓN TOXICOLÓGICA

Instituto Nacional de Toxicología: 915 620 420

STONIC es un herbicida que contiene clomazona. La Clomazona interfiere con el desarrollo de los cloroplastos y reduce o previene la acumulación de pigmentos plastídicos en las especies susceptibles. El tratamiento con clomazona produce blanqueamiento (de apariencia blanco, amarillo o verde pálido) en las plántulas, dependiendo de las especies y/o método y dosis de tratamiento. Clomazona inhibe la formación de isoprenoides del cloroplasto que incluye los pigmentos fotosintéticos (phytol cadena lateral de la clorofila) carotenoides, transportadores de electrones (plastoquinona), tocoferol y hormonas (giberelinas) en plantas superiores. Es absorbida por las raíces y meristemos apicales con traslocación acrópeta.

STONIC se utiliza en el control de mono y dicotiledóneas anuales y se puede aplicar en pre-emergencia o post-emergencia temprana de las malas hierbas y especies de cultivo tolerantes.

Herbicida de uso profesional. Aplicación por pulverización foliar mecánica.

En caso de fallo en el cultivo, no implantar cultivos con ciclo corto (menos de 30 días desde la siembra/plantación hasta la cosecha) en una parcela tratada con el producto hasta pasados 90 días después de la aplicación del producto fitosanitario.

- Arroz: Aplicar en post-emergencia (en agua), entre BBCH 11-12.

- Colza: Aplicar en pre-emergencia, máximo 5 días después de la siembra.

-Patata: Aplicar en pre-emergencia, máximo 7 días antes de la emergencia. Reducir la dosis a 0,2 l/ha en el caso de terrenos ligeros y sin materia orgánica y en las variedades precoces Agata y Seglinde.

Añadir la mitad del agua necesaria al tanque del pulverizador. Añadir la cantidad de producto recomendada y completar el volumen de agua necesario. Mantener continuamente la agitación en el tanque durante la preparación de la mezcla y la aplicación. No preparar más solución de pulverización que la necesaria.

Las principales estrategias de manejo de resistencias normalmente recomendadas son: monitoreo regular del campo, seguir las condiciones indicadas en la etiqueta del producto (no aplicar a una dosis mayor o menor que la dosis recomendada y no aplicar ni demasiado tarde ni demasiado pronto), integración de métodos químicos con métodos agronómicos, rotación de cultivos con diferentes ciclos, selección de las variedades más competitivas, retraso en la fecha de plantación, labranza convencional y desherbaje mecánico. Siempre que sea posible, se deberían utilizar varias estrategias conjuntamente.