En ASCENZA nos preocupamos por las Plantas, las Personas y el Planeta y por ello estamos invirtiendo nuestros recursos en múltiples iniciativas para asegurarnos de que seguimos las mejores prácticas de protección medioambiental, garantizando la protección del planeta a largo plazo.
Hoy, en ASCENZA, a través de múltiples flujos de trabajo, ya somos capaces de identificar las inversiones necesarias para cumplir uno de nuestros objetivos clave: promover la eficiencia energética e instalar fuentes de energía renovables en nuestra planta industrial de Setúbal, Portugal.
Cero Gas es un proyecto que tiene por objeto precisamente la aplicación de siete medidas basadas en la introducción del estado del arte en eficiencia energética, la actualización de los suministros tecnológicos y la implantación de fuentes de energía renovables, como la energía fotovoltaica.
La implantación de este proyecto en las instalaciones industriales de Setúbal (a excepción de las plantas de azufre) está prevista para 2026, lo que supondrá una reducción de la huella de carbono de ASCEBZA de aproximadamente un 40% (660 tCO2e), permitiendo a este centro mejorar su estatus como referente en gestión energética.
En Setúbal, Portugal, la planta de ASCENZA tiene una ubicación adyacente a la Reserva Natural del Estuario del Sado, que es precisamente una zona protegida por su biodiversidad de avifauna.
Para ayudar a preservar toda esta zona natural circundante, contamos ahora con un sistema de recogida de aguas pluviales, que nos permite recoger y controlar el agua de lluvia para detectar cualquier sustancia activa perjudicial para el medio ambiente, garantizando así un tratamiento y vertido seguros.
En este contexto, también llevamos a cabo mediciones periódicas de control de estas sustancias en las aguas que rodean el estuario de la unidad de producción.
ASCENZA asume hoy varias prácticas para reducir el consumo de agua, promoviendo una mejor gestión del agua a lo largo del ciclo de vida de los productos.
Además, en nuestra fábrica de Setúbal, hemos implementado prácticas que tienen como objetivo ahorrar y mantener la calidad del agua. Estas prácticas están relacionadas con:
Actualmente, la contaminación de las fuentes de agua por sustancias fitosanitarias puede evitarse en un 80-90% de los casos llevando a cabo prácticas agrícolas adecuadas, y por eso esta concienciación y las formaciones son tan relevantes.
El plástico es una amenaza para la salud del planeta, especialmente para los océanos. El uso de este material se está volviendo insostenible debido a los efectos nocivos que tiene en el equilibrio medioambiental y, en sólo cinco años, la presencia de plástico en los océanos se ha convertido en una preocupación mundial que ha dado lugar a diversas acciones encaminadas a reducir el uso de plástico en todo el mundo.
Sin embargo, en el caso de los productos fitosanitarios, los envases abandonados en el medio ambiente pueden contaminar el suelo y las aguas subterráneas con pesticidas. Además, existe el riesgo de que los envases vacíos se reutilicen para almacenar alimentos y agua, lo que podría provocar intoxicaciones no deseadas.
Un sistema de gestión de envases puede minimizar estos riesgos y forma parte del concepto de “pensamiento del ciclo de vida" o “Life cycle thinking” que se aborda en el Código Internacional de Conducta para la Distribución y Utilización de Plaguicidas.
Dependiendo del país, un sistema de gestión de envases puede ser voluntario u obligatorio. Es una práctica común crear una entidad jurídica para administrarlo. En muchos sistemas de todo el mundo, la entidad administradora es una empresa sin ánimo de lucro creada y financiada por los proveedores de productos fitosanitarios.
Nuestras empresas en los distintos países en los que operamos proporcionan puntos de recogida de envases usados para los agricultores, ofreciéndoles la oportunidad de enviar sus envases para su reciclaje.
Por ello, compartimos algunos de nuestros resultados: